FruitQ+: el aliado de manzanas y cerezas. Mejor coloración y tamaño




La Región de la Patagonia se destaca como una de las zonas frutihortícolas más importantes del país, especialmente en la producción de manzanas y cerezas. Sus condiciones climáticas y geográficas, con valles irrigados y temperaturas adecuadas, resultan óptimas para el desarrollo de estas frutas de pepita y carozo, confiriéndoles características de calidad muy valoradas.
Producción de Manzanas en la Patagonia
La producción de manzanas se concentra principalmente en la Patagonia Norte, específicamente en las provincias de Río Negro y Neuquén. Río Negro es la principal productora, seguida de Neuquén.
En los últimos años, la producción total ha fluctuado. Por ejemplo, en 2022, la producción alcanzó las 420 mil toneladas, representando una caída del 14% respecto al año anterior, aunque se encuentra en niveles dentro del promedio 2016-2021. Sin embargo, se anticipa un crecimiento proyectado del 24% para la producción argentina de manzanas, alcanzando las 525.000 toneladas.
Se cultivan diversas variedades, adaptadas a las condiciones de la región y a la demanda del mercado, tanto interno como externo.
Si bien el mercado interno es al que más se destina la producción manzanas, históricamente Argentina se ha convertido en un importante exportador.
Producción de cerezas en la Patagonia
La producción de cerezas en Argentina, considerada una economía regional, también se localiza principalmente en la Patagonia, abarcando provincias como Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, además de Mendoza fuera de la región patagónica. La Patagonia ha impulsado un importante crecimiento de este cultivo en los últimos 10 años, fuertemente orientado al mercado externo, en gran parte impulsado por el potencial del mercado chino.
La superficie cultivada con cerezas en las principales provincias patagónicas supera las 1.900 hectáreas. La producción nacional actual se estima en torno a las 11.000 toneladas de fruta fresca, con un crecimiento del 66% en el período 2010-2021. Aproximadamente el 90% de la producción nacional de cerezas es de origen patagónico.
Se cultivan diversas variedades adaptadas a las condiciones climáticas de cada zona dentro de la Patagonia, como Royal Dawn, Santina, Lapins, Skeena, Regina y Sweet Heart. Las provincias más australes como Chubut y Santa Cruz tienen una distribución varietal particular, destacándose Sweet Heart.
A diferencia de las manzanas, la cadena de producción de cerezas está muy orientada al mercado externo, donde se envía aproximadamente el 70-88% de la producción de la Patagonia..
La producción de manzanas tienen una serie de atributos deseables incluyendo su alta calidad, apariencia atractiva, precocidad y alta producción. Sin embargo, al ser una variedad temprana (de ciclo corto), puede tener algunas limitantes, como alcanzar un tamaño comercial adecuado, en muchas temporadas.
Del mismo modo, el cultivo de cerezas goza de una reconocida y valorada identidad a nivel internacional, con un beneficioso estatus sanitario y es la que aporta el mayor volumen de cerezas con destino a la exportación.
Su color es una variable muy útil para definir el momento de cosecha y también para indicar a los cosechadores que frutos deben sacar o dejar en la planta. Debe cosecharse con un color mínimo, acorde a la variedad y al destino de la producción.
El tamaño de la fruta es uno de los atributos de calidad más importante, ya que determina el precio del producto, siendo los tamaños más grandes los que obtienen mejores precios.
Tanto en el caso de las manzanas como en el de las cerezas, un tamaño y color insuficiente muchas veces es motivo de descarte o de un menor valor de venta, reafirmando que el precio depende en gran medida del color. Por lo tanto, una escasa coloración de la epidermis, es la principal causa de depreciación de la calidad y constituye uno de los principales problemas en áreas de producción caracterizadas por climas secos y calurosos. Debe cosecharse con un color mínimo, acorde a la variedad y al destino de la producción.
Por este motivo, es fundamental contar con una herramienta que permita mejorar la coloración de la epidermis y el tamaño, aportando valor para mejorar la rentabilidad del sector.
Es aquí donde FruitQ+ juega un papel que hace a la diferencia, pues consigue una notable mejora tanto en la coloración de la epidermis y como en el tamaño de los frutos.
La cosecha de cerezas se define cuando cada variedad ha alcanzado su madurez de consumo, es decir, cuando se alcanza un contenido mínimo de azucares (SST) y de color de la piel. Asimismo, los frutos deben tener valores de firmeza que garanticen la crocancia del fruto y tamaños que cumplan con los cada vez más exigentes mercados.
En conclusión, FruitQ+ resulta un gran aliado a la hora de querer mejorar la coloración de la epidermis y el tamaño tanto de las manzanas como de las cerezas producidas en la región, aportando con ello a mejorar la rentabilidad del sector.
Beneficios: